Ámsterdam es bien visto en todas las estaciones, pero el otoño y el invierno son muy grises y lluviosos, y el viento sopla muy fuerte para gozar su estadía a plenitud. En estas épocas hay que enfocarse más en las distracciones y actividades que se ofrecen en interiores.

El patrimonio cultural de Ámsterdam es impresionante, aunque la ciudad tiene pocos monumentos conocidos, sus principales atractivos culturales son los museos. En este sentido, no deje de visitar el templo dedicado al pintor Van Gogh.  La casa donde el pintor Rembrandt vivió desde 1639 hasta 1660 también se puede ver, muchas de sus obras son expuestas.

Los espacios verdes son también muchos en la ciudad, la Amsterdamse Bos, un extenso bosque de árboles plantados en los años 30, que se pueden explorar a pie o en bicicleta, es un buen ejemplo.

También puede pasar largas horas andando por algún canal, en bicicleta, como lo hacen los locales.  También puede pasar mucho tiempo cada día relajándose en uno de los muchos cafés que tiene la ciudad.  Su atmósfera es muy fresca y sencilla, también muy dinámica, en especial en Ámsterdam.

En general, las entradas a las distintas atracciones de la ciudad son bastante caro, entre 7 y 10 €. Si la intención es hacer muchas visitas, entonces le recomendamos que obtenga el pase Ámsterdam I, que le ofrece numerosos descuentos y accesos ilimitados al sistema de transporte público (Más información en nuestra General página de información).

El casco antiguo, aunque recontra turístico, merece una visita.

Si usted camina en el casco antiguo, el Distrito de Luz Roja “Te Red Light District” le dará muchas sorpresas.  Ahí residen y trabajan las prostitutas.  Aunque que es muy probable que este no sea su de viaje, es un lugar inusual que justifica hacer un desvío para llegar a conocerlo.